Riego de Cactus


Lejos de aquél mito que los cactus no se riegan, éstos, y más algunas especies que otras, necesitan agua moderadamente.

Si bien es verdad que soportan largos períodos con ausencia de agua de lluvias o irrigaciones, los cactus agradecerán un riego esporádico sobre todo en su estapa de crecimiento.

A principios de la primavera, cuando va desapareciendo el riesgo de bruscos descensos de temperatura y se observa que la planta comienza a brotar, es el momento justo de comenzar a regar con un poco más de frecuencia.

De esta manera, cada 8 o 10 días, regaremos nuestro cactus y, a medida que lleguemos a los días de intenso calor de verano, aumentaremos progresivamente la frecuencia de riego, haciéndolo cada 4 a 5 días.


Luego, entrado el otoño, volveremos a reducir la intensidad del riego, realizandose cada 8 o 10 días y espaciándolo cada vez más, para así acostumbrar a la planta al receso de riego invernal.

Es muy importante tener en cuenta que con temperaturas inferiores a 10º C no deben regarse los cactus, puesto que el riesgo de putrefacción sería elevado.


Finalmente, las horas más favorables para regar son: en temporada de calor, las últimas horas de la tarde; en temporada de frío, las primeras de la mañana.

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